La Gaceta

Pelea en tiempos dífíciles

Derrotar al sedentarismo con actividad deportiva en tiempos de pandemia es posible, pero hay hábitos que complican el panorama.

MARIANA APUD

Durante la pandemia, la práctica de actividad física se incrementó. Las investigaciones apuntan que un sistema inmunológico fuerte, puede generarle más resistencia a la covid-19. Sin embargo, por la misma crisis sanitaria, hay hábitos nuevos que tienden al sedentarismo. Lograr escapar de ellos es una de las batallas, tanto para deportistas aficionados como para los de alto rendimiento.

La pandemia encendió muchas alarmas. A toda la humanidad, la enfrentó a situaciones inéditas a las cuales, como se dice en el barrio, “se le está buscando la vuelta”. Tan drástico fue -y sigue siendoel cambio que, por el momento, hay más preguntas que respuestas ante la nueva realidad. Eso le pasó a Lucas Battilana, médico deportólogo, que analizó su propia vivencia. El especialista en cardiología, que tiene más de 6.700 seguidores en Instagram (lucasbat ti lana salud ), explicó que siempre fue un apasionado del deporte. “Cuando empezó el confinamiento, algo que nunca en nuestra historia hemos vivido, dije: ‘¿qué hago?’. Encontré un plan de entrenamiento, quizás el más fuerte que hice en mi vida”, afirmó el médico que realiza guardias en un hospital de la ciudad de Buenos Aires. “A los 50 años aumenté entre cuatro y cinco kilos de masa muscular y logré una capacidad cardiopulmonar enorme. La verdad, me entrené más que nunca”, remarcó Battilana.

Las reflexiones durante la cuarentena estuvieron a la orden del día. Comparar lo que se vivió antes y después, se convirtió en un ejercicio obligado. Por eso no llama la atención que, como muchas personas comunes, el especialista en medicina deportiva haya llegado a una reflexión importante. “Noté que, si bien tenía un entrenamiento intenso, el resto del día estaba sentado. Frente a la computadora trabajando o cuando descansaba, sentado en el sillón. De las 24 horas, 22 estaba sentado”, tiró un estimativo Battilana. “Me pregunté si, aunque hacía actividad física, no era sedentario”, contó el médico.

Durante la cuarentena todas las acciones de la vida, por recomendación sanitaria, debieron hacerse en casa. El “quedate en casa” se tradujo en “estudiá”, “cociná”, “trabajá”, “pagá”, “consultá” y, por supuesto, “entrenate” en tu hogar. Los cambios tecnológicos, sociales y culturales que han modificado la vida dan más cabida a los hábitos sedentarios. Antes de la pandemia, el cálculo a nivel mundial, daba que más del 25 % de los adultos no alcanza un nivel de actividad física suficiente. Con la

“nueva normalidad”, es probable que ese porcentaje aumente. El desafío estará en que eso no suceda porque el sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular, entre otras enfermedades que puede causar.

“Me empecé a comparar con otro tipo de poblaciones, con otros tipos de trabajos”, siguió explicando Battilana lo que su reflexión lo

impulsó a analizar. “Veía los repartidores que andaban en bicicleta, por ejemplo. Gente que puede que no vaya a un gimnasio, pero se mueve casi lo mismo. Son personas que tienen trabajos activos, como los que trabajan en obras en construcción o descargando cosas. Puede que haya mucha gente haciendo actividad física, pero que sea sedentaria”, teorizó el doctor.

Al menos hasta que bajen significativamente las cifras de contagio en todo el mundo, ir a pagar las cuentas, trasladarse hasta el trabajo, ir a espacios de esparcimiento, son acciones que se alentarán lo menos posible para poder controlar la pandemia. “El confinamiento, en algún momento va a terminar, pero muchas cosas van a quedar. A pesar de que estamos haciendo más actividad física, puede que seamos más sedentarios que nunca”, estableció Battilana.

En 2002 la Organización Mundial de la Salud definió al sedentarismo. “Poca agitación o movimiento”, es la síntesis de la definición. La OMS estableció que se considera a una persona como sedentaria cuando en sus actividades cotidianas no aumenta más del 10 por ciento la energía que gasta en reposo. Es difícil, con esas cifras, que un futbolista, rugbista, tenista, o jugador de voley entre en el rango de sedentario. Lo que sí es seguro es que esos atletas de alto rendimiento no pueden escaparse de la pandemia y los nuevos hábitos sociales que impone. Los sufren igual que una persona que no realiza un deporte y los iguala, en la medida, que si bien es cierto no llegan a ser sedentarios, no hay manera de que esquiven la tendencia hacia los comportamientos en reposo y de menor actividad que el virus impone. “Todos tenemos que empezar a replantear eso y empezar a movernos más, aunque sea obligarnos a salir a caminar, a hacer las compras. Hoy tenemos comodidades que nos hacen estar sedentarios”, insistió Battilana.

En una consulta rápida que hizo LG Deportiva a referentes del deporte local (ver notas aparte), algunos reconocen que, pese a su condición de atletas y de haber hecho los esfuerzos para combatir la pasividad, sienten que se mueven menos. Otros detectaron, y con preocupación, que la población está cayendo en la dinámica deportiva-sedentaria que plantea Battilana. “Ojalá que la gente se dé cuenta: aunque esté haciendo actividad física, se tiene que empezar a mover más durante el día. Y por supuesto cuidarnos con el tema de la alimentación porque, cuanto más tiempo uno está en su casa, más acceso tiene a la comida”, alertó Battilana.

DEPORTIVA

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2021-06-21T07:00:00.0000000Z

2021-06-21T07:00:00.0000000Z

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