La Gaceta

Alerta: estas señales pueden indicar que tenés apnea de sueño

Que las vías respiratorias se obstruyan mientras dormís es el trastorno más frecuente durante las noches. La obesidad. Afecta la libido y genera riesgo cardiovascular Otros signos posibles

CLAUDIA NICOLINI

La señal más evidente son ronquidos muy sonoros, como si provinieran del fondo de las entrañas. Pero no son el problema en sí (salvo que quien lo emite duerma con alguien, que suele ser quien detecta el problema), sino el resultado del esfuerzo con el que el cuerpo se garantiza el aire que no le está llegando. Hablamos de las apneas obstructivas del sueño (AOS), cuadros a los que no suele dárseles el peso que tienen a pesar de que pueden ser una afección médica grave.

Apnea viene del griego; significa sin aire, y eso es exactamente lo que pasa: “los músculos de la hipofaringe se relajan excesivamente durante el sueño y obstruyen la entrada de aire a los pulmones”, explica Roque Baldassaria, neumonólogo del Centro de Salud y especialista en trastornos de sueño. “Cuando esos músculos se relajan, las vías aéreas se estrechan o se cierran y no se recibe suficiente aire, lo que puede bajar el nivel de oxígeno en la sangre. Si esas pausas duran 10 segundos o más, la caída de la saturación es percibida por el cerebro; entonces la persona se despierta para volver a abrir las vías aéreas. Este despertar suele resultar tan breve que no se recuerda”, agrega.

“Ese patrón -destaca por su parte la Mayo Clinic, de Rochester, Estados Unidos, en su sitio web- se puede repetir de cinco a 30 veces (o más) cada hora, durante toda la noche, lo que dificulta la capacidad de alcanzar las etapas profundas y reparadoras del sueño”.

Aclarando conceptos

Los músculos que describe Baldassaria sostienen tejidos blandos en la garganta, como la lengua y el paladar blando. Normalmente, en posición horizontal y con el descanso, hay una cierta relajación; pero la obstrucción de las vías aéreas durante 10 segundos o más produce la caída de la saturación y la obesidad complica la situación; de hecho, se estima que el 70 % de las personas con apnea del sueño son obesas.

También puede haber características orgánicas que inciden, como la forma del paladar o el tamaño del maxilar inferior, de las amígdalas o de las adenoides.

“El uso de miorrelajantes, como las benzodiacepinas, puede agudizar el proceso”, agrega Baldassaria y destaca que si la AOS no se trata, aumenta el riesgo de sufrir afecciones cardiovasculares como hipertensión arterial, infartos agudos de miocardio y ACV.

La sexualidad y el ánimo

Aunque sean menos mortíferas, hay otras serias consecuencias de la AOS: al no lograrse el sueño profundo y reparador, el cansancio se hace crónico (y genera riesgo de accidentes y alteraciones de ánimo, que pueden llegar a la depresión) y la producción de hormonas se altera.

“Uno de los efectos de esa alteración hormonal puede ser la disminución de la libido: la falta de oxigenación de la glándula hipófisis hace que esta secrete menos hormonas FSH y LH, lo que influye en el deseo sexual”, informa el experto.

Pero la sexualidad también puede verse afectada por disfunción eréctil. “Los varones tenemos erecciones nocturnas relacionadas con la fase REM (sueño profundo); en ese momento, el músculo liso del pene (que está contraído durante la mayor parte del tiempo) se oxigena. Si no hay un descanso normal, a ese músculo le falta oxígeno y empieza a sufrir una fibrosois”, explica Fernando Cenice, profesor de la cátedra de Urología de la Facultad de Medicina de la UNT. Si se suman comorbilidades como obesidad, HTA o diabetes, el problema se hace más manifiesto”.

En síntesis: ante la obstrucción se genera el esfuerzo respiratorio y, con frecuencia, su sonido de trueno. Y eso se repite en episodios de obstrucción -total o parcial- de la faringe cada pocos segundos, mientras se intenta dormir; así, sin despertar del todo, quien lo sufre, no logra el descanso... y todo lo que ello implica.

Los principales síntomas de esos microdespertares son los ronquidos fuertes, pero -muestra un informe escrito por especialistas de la Mayo Clinic- hay otros signos menos conocidos que podrían sorprenderte (“Otras señales”).

Abordajes

Para confirmar que ser trata de AOS, el médico evaluará signos

QQQQQQDolor de cabeza al despertar y durante toda la mañana. Suele localizarse en la parte delantera de la cabeza y a ambos lados.

Problemas de concentración por falta de descanso. Es posible quedarse dormido mientras se lee, se mira TV o ¡al volante!

Cambios en el estado de ánimo, como irritabilidad, tristeza, llanto infundado y hasta depresión.

Sudor copioso durante el sueño.

Pérdida del interés sexual.

Despertar con dolor de garganta o sensación de mucha sed.

y síntomas; también es importante tu historia del sueño, para lo que puede ser de ayuda el testimonio de alguien que duerma en tu habitación o en tu casa. Y por lo general, se hace un monitoreo nocturno.

“El estudio más completo se llama polisomnografia cardiorrespiratoria con oximetría nocturna -explica Baldassaria-. Lo

que se hace controlar, durante el sueño, la actividad del corazón, de los pulmones y del cerebro; los patrones de respiración, los movimientos de los brazos y de las piernas, y los niveles de oxígeno en sangre”.

Si se constata que se trata de AOS, y no hay cuestiones orgánicas que resolver, los casos más leves pueden tratarse con cambios de hábitos: descenso de peso, dejar de fumar, actividad física; que la ingesta de comida y de alcohol por las noches no sea copiosa, ni demasiado tarde en la noche; tratamiento de alergias que puedan causar dificultades de oxigenación...

Si no dan resultado, la AOS se trata mecánicamente. “El abordaje no es farmacológico; se utilizan máquinas que ayudan a respirar -retoma Baldassaria las explicaciones-. Se las conoce como bipap o cpap. Hay algunas diferencias, pero básicamente lo que hacen es, a través de una mascarilla, mandar aire con suficiente fuerza como para que la vía aérea no se obture”. “Al principio puede parecer incómodo; pero en cuanto las personas recuperan la calidad del descanso, la adherencia está casi garantizada -destaca-. Eso sí: primero hay que saber qué es lo que está pasando”.

Insistimos: la AOS puede ser grave. No dejes de consultar si notás regularmente algunos de los síntomas. Y si tu pareja se queja de tus ronquidos fuertes, hacele caso y no te enojés: puede estar salvándote la vida.

TUSALUD

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2021-07-31T07:00:00.0000000Z

2021-07-31T07:00:00.0000000Z

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