La Gaceta

Crea distorsiones

GUSTAVO NEFFA

Desde el punto de vista de política económica, un subsidio es una herramienta válida, de la que hacen uso los gobiernos para poder incentivar determinado objetivo, puede ser la demanda de un determinado bien, para facilitar o darle acceso a determinados instrumentos, sea del lado de la demanda para las empresas o para las personas. Por ejemplo, los subsidios a las tarifas hacen que los segmentos de menores ingresos puedan tener un ingreso disponible mayor y por otro lado, que las empresas puedan acceder a créditos más baratos, subsidios directos, subsidios a las exportaciones, por ejemplo, todo lo contrario de lo que está pasando en Argentina, que le cobra impuestos a las exportaciones. Esto tiene que ver con el precio equilibrio, tratar de equiparar el precio internacional muy alto con un precio doméstico, que no se adecua a un precio internacional porque si no, sería muy elevado porque los commodities, por ejemplo, están en precios internacionales. El subsidio puede ser también nocivo porque crea distorsiones y debo decir la parte mala de los subsidios: primero, de dónde sale, es plata o lo que se deja de percibir de plata y eso dónde sale, generalmente es dinero que a alguien se lo están sacando o quizás lo estamos fabricando, como para poder entregárselo a otro, pero que va a tener repercusiones.

Entonces por un lado, creo un impuesto para subsidiar y hago una transferencia de ingresos de un lado a otro, con fines de política económica, esperan subsidiar, por ejemplo, la fabricación de un determinado bien en desmedro de otro. Por ejemplo, les ponemos el impuesto a los cigarrillos y después subsidiamos la fabricación de pan, puede ser también nocivo porque no solo se lo estamos sacando a alguien, que generó trabajo y valor agregado para una serie de recursos que se los está sacando el Estado, sino que también, puede ser que ese subsidio haya sido generado con impresión de dinero, que vuelve como inflación, entonces cuidado cuando hablamos de subsidios porque son objetivos de redistribución del ingreso de una mano a otra, con objetivos de política económica, pero que tienen primero, sus efectos secundarios y también que están sujetos a una mayor intervención, lo cual no es bueno, desde el punto de vista liberal, del mecanismo de precios porque toda vez que creamos un subsidio, estamos modificando niveles de precios relativos y otro tema la corrupción, la subjetividad, la política en el medio que a dedo dice de dónde tiene que salir el dinero y a dónde tiene que ir y no siempre eso es bueno, sobre todo cuando se trata de corrupción.

Hemos visto muchos subsidios que no van a parar ningún lado o a los bolsillos equivocados. Los subsidios bien implementados deberían formar parte de cualquier política económica en cualquier país desarrollado, el problema es que muchas veces recaen en manos equivocadas y no llegan al destino que tienen que llegar, ahí está el problema del subsidio y los subsidios cuando son racionales tienen sentido, ahora cuando aplicamos subsidios en economía y empiezan a quedar derechos adquiridos entre comillas, ahí viene lo nocivo. Uno dice, bueno, pero entonces todos deberían tener un subsidio como si fuese un salario universal que se quiere implementar y dónde sale, ¿de un repollo?, no, me lo están sacando a mí, que yo generé ese trabajo, que me desperté a las 8 de la mañana para trabajar y termino el día a las 8 de la noche, me cuesta mucho y se lo tengo que dar a alguien que crea un desincentivo a trabajar.

ECONOMIA Y FINANZAS

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2022-08-08T07:00:00.0000000Z

2022-08-08T07:00:00.0000000Z

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