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Petro asumió en Colombia, con un compromiso por la paz

Pidió a los grupos armados que acepten beneficios jurídicos para poner fin a décadas de violencia. La promesa de reformas económicas y sociales y el fracaso de la “guerra al narcotráfico”

BOGOTÁ, Colombia.- El nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, pidió a todos los grupos armados ilegales que dejen las armas y acepten beneficios jurídicos, a cambio de la paz, para poner fin a décadas de violencia en el país sudamericano.

Su primera acción de gobierno, dijo, será implementar un plan para reducir el hambre en el país de 50 millones de habitantes, donde casi la mitad de la población vive en la pobreza.

El mandatario también se comprometió a luchar contra la corrupción y el cambio climático e impulsar la industria nacional.

Su primera acción como presidente fue ordenar a los militares que traigan la espada del Libertador Simón Bolívar, héroe de la independencia de Colombia, Bolivia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, robada por la guerrilla del M-19 en 1974 y devuelta en la década de 1990.

El economista de 62 años, el primer mandatario de izquierda en la historia de Colombia, llega con la promesa de impulsar reformas económicas y sociales, reducir la pobreza y la desigualdad, en una nación dividida y golpeada por la violencia.

“La paz es posible si desatamos en todas las regiones de Colombia el diálogo social, para encontrarnos en medio de las diferencias, para expresarnos y ser escuchados, para buscar a través de la razón, los caminos comunes de la convivencia”, dijo, en su discurso de posesión.

Petro, quien remplazará en la presidencia al derechista Iván Duque, también buscará hacer una “paz total” para poner fin al conflicto armado interno de casi seis décadas que ha dejado al menos 450.000 muertos solo entre 1985 y 2018.

“Convocamos a todos los armados a dejar las armas en las nebulosas del pasado. A aceptar beneficios jurídicos a cambio de la paz, a cambio de la no repetición definitiva de la violencia, a trabajar como dueños de una economía próspera pero legal que acabe con el atraso de las regiones”, agregó.

Petro pidió a la comunidad internacional una nueva estrategia de lucha contra las drogas y aseguró que la política de “guerra al narcotráfico” fracasó. “Es hora de una nueva Convención Internacional que acepte que la guerra contra las drogas ha fracasado, que ha dejado un millón de latinoamericanos asesinados durante estos 40 años, y que deja 70.000 norteamericanos muertos por sobredosis cada año. Que la guerra contra las drogas fortaleció las mafias y debilitó los Estados”, aseguró.

La ceremonia de toma de posesión, que se realizó en la histórica Plaza de Bolívar de Bogotá, se convirtió en una fiesta pública que se replicó en todo el país. Miles de simpatizantes se reunieron en el centro de Bogotá y en grandes pantallas instaladas en lugares públicos de todas las provincias, para celebrar la asunción de Petro y de su vicepresidenta, Francia Márquez, una activista ambiental y antigua empleada doméstica, que es la primera mujer afro que llega a ese cargo en Colombia.

“No creí qué alcanzara a estar vivo para ver que por fin esto está pasando, yo sé que no vamos a cambiar de un día para otro, pero esto es apenas el comienzo”, dijo Nelson Molina, de 56 años, plomero de construcción.

El presidente del Senado, Roy Barreras, le tomó el juramento y le impuso la banda presidencial frente a unas 100.000 personas, incluidos el Rey Felipe VI de España, nueve mandatarios de América Latina y gente del común invitada por Petro.

Grupos de personas también se reunieron para celebrar a ambos lados de la frontera entre Colombia y Venezuela, en el puente Simón Bolívar, a las afueras de la ciudad de Cúcuta.

El mandatario, quien en su juventud militó en la desmovilizada guerrilla del M-19, presentará la próxima semana al Congreso un proyecto de ley para aumentar los impuestos a las personas de mayores ingresos y recaudar 5.800 millones de dólares para programas sociales.

También dijo que restablecerá relaciones diplomáticas con Venezuela, lo que permitirá reanudar el comercio entre ambos países y los servicios consulares.

“Yo también estoy asustado por entrar a la Presidencia de la República”, dijo hace poco Petro, refiriéndose a los retos que deberá enfrentar, ante un grupo de estudiantes en la Universidad Externado de Colombia, en donde se graduó como economista.

Sus planes también contemplan promover la educación universitaria pública gratuita, hacer cambios en el sistema de salud y destinar fondos para subsidios a los ancianos pobres que no reciben jubilación. Esas promesas económicas, incluida la prohibición de nuevos proyectos de exploración petrolera en favor de energías renovables, provocaron nerviosismo en los empresarios e inversionistas, a pesar de que nombró al reconocido economista José Antonio Ocampo como ministro de Hacienda.

Aunque la izquierda no logró la mayoría de las 295 curules del Congreso, Petro consolidó una coalición con las fuerzas de centro y partidos tradicionales como el Liberal, que le garantizarían la aprobación de sus reformas y la gobernabilidad. (Reuters)

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2022-08-08T07:00:00.0000000Z

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