“TE PASASTE, PETRONILO”

¿Cuántos niños bautizaron Angueto a sus perros imaginarios? ¿Cuántos flacuchos en medio de un picadito recibieron el imperativo “pasala Canuto Cañete”? ¿Cuántos cantamos en el auto del viejo que íbamos en una carrindanga año 22? ¿Cuántos reconocimos en algún miembro de la familia a ese tío disparate? ¿Cuántos queríamos que como conscripto te salvaras de la colimba, que como detective descubrieras a los “cacos” y que te entregaran el auto que tan justamente habías ganado en el concurso de jabones escribiendo miles de cartas? ¿Cuántas mamás le pedían al peluquero que le cortaran el cabello a sus hijos con el flequillo como Carlitos Balá? ¿Cuántos inundaron de chupetes y mamaderas tu chupetómetro? ¿Cuántos, luego de hacer una broma, nos decíamos, “lástima que no lo pueda compartir”? ¿Cuántos millones de dibujitos, cartitas, muñecos, regalos, te habrán enviado en tu vida? ¿Cuántos atesoran como intocables tu foto autografiada o tus discos de vinilo? Yo que con vos descubrí que la sal tenía gusto a salado, y que aprendí que vos fuiste la sal de la vida de varias generaciones, unidas en el amor a tu persona, solamente quiero decirte gracias y que te pasaste Petronilo, el cielo te va a quedar chico, vas a precisar dos números más.

Miguel Ángel Reguera miguelreguera@yahoo.com.ar