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Fertilizar: devolverle al suelo lo que este da

La fertilización permite optimizar el rinde de cualquier cultivo. Además de agua suficiente, el suelo debe tener los nutrientes necesarios para que las plantas se desarrollen plenamente. Pero hay que atender los consejos de los expertos, para aplicar el p

GUSTAVO FRÍAS SILVA | SECCIÓN RURAL gfriasilva@lagaceta.com.ar

Este es un año bastante difícil para las actividades agropecuarias. La falta de agua nuevamente es el principal inconveniente que deben enfrentar los diferentes cultivos.

Igualmente, esto no es una novedad para nuestra región, ya que normalmente una de las principales limitantes de la producción de soja, de maíz y de poroto en el NOA es el agua. No obstante, los productores lograron en poco tiempo acomodarse, y conocen perfectamente cuál es la mejor herramienta para volver más eficiente el uso de este recurso: la siembra directa, que actualmente abarca más del 95% de la superficie destinada a los granos en la región.

Finaliza septiembre; y esta semana hubo atisbos de breves lloviznas. De a poco la estación seca empezaría a terminarse, con la llegada de octubre, cuando normalmente cae algo de agua para que los suelos puedan empezar a acumularla.

Los productores también conocen que la rotación con gramíneas es una práctica determinante para la acumulación de agua en el suelo y que el incremento del rastrojo en superficie influye en las condiciones físicas del suelo, mejorando su estructura: favorece la infiltración del agua de lluvia, disminuye el escurrimiento y mejora el balance de carbono en el suelo.

Aun, con todos estos beneficios, uno de los puntos débiles dentro de la cadena de producción de los granos en el NOA es la dificultad para establecer un sistema de rotación estable -salvo en productores conscientes, conocedores de los beneficios de la herramienta-.

No se puede dejar de tener en cuenta lo que ocurre con la rotación con gramíneas, ya que dadas las características agroecológicas del NOA, los niveles de rastrojo que aporta una gramínea como el maíz resultan determinantes en la acumulación de agua, lo que se refleja en incrementos en los rindes del cultivo de soja posteriores.

Otro beneficio de la rotación -además de que favorece al control de insectos y de enfermedades- es que no permite la difusión de malezas resistentes a glifosato, lo que redunda en un costo de producción razonable para su control.

Pero más allá del uso de la rotación de cultivos, de la adopción de la siembra directa y de la utilización de toda la tecnología disponible para lograr un buen cultivo, la necesidad de mejorar los rendimientos y de devolver al suelo lo que le sacamos trajo aparejado un aumento en el uso de la fertilización. Esta práctica resulta muy difundida por todos los técnicos y las instituciones de investigación vinculadas al cultivo de granos en Tucumán y en el NOA. No obstante, todavía estamos por debajo de los reales valores que todos los suelos de la región necesitan, debido, generalmente, a un factor importante, como la rentabilidad muy fluctuante y su alto costo.

La fertilización es una práctica cultural, que muchas veces se vuelve primordial al momento de tomar decisiones para obtener buenos rendimientos en el cultivo de granos. Pero debe tenerse bien en cuenta que el fertilizante a aplicar no solo debe ser el que necesita el cultivo que se implanta, sino el que el suelo requiere para seguir siendo sustentable.

Actualmente, los rendimientos de granos que se vienen obteniendo en la región y en nuestra provincia, hacen necesaria una mayor y mejor fertilización, y que esta sea realizada como corresponde en virtud de mantener un adecuado balance nutricional del suelo -siempre y cuando se den otras variables, como la humedad óptima de este-.

La fertilización de los nutrientes que extraemos del suelo con cada cosecha debe ser tal que se mantenga el balance nutricional y que esté acorde al ambiente en la cual estamos desarrollando el cultivo. Para ello se debe utilizar las mejores técnicas de manejo y determinar las dosis, las fuentes, los momentos y las formas de aplicación de los fertilizantes más adecuados. Sin dudas que antes de hacer todo esto se debe hacer un correcto análisis de suelo y conocer el historial del lote para saber cómo y con qué fertilizar.

Durante los últimos años no se vienen dando rendimiento regulares en la región. Esto se debe a que las lluvias se vienen registrando en forma irregular y errática, lo que perjudica el crecimiento y el desarrollo adecuado de las plantas.

Hoy el sector espera que el agua aparezca a pesar de que los pronósticos de un año “Niña” chocan con esos deseos. Igual vale tener en cuenta que fertilizar en tiempo y forma ayuda, si además de agua en el suelo hay suficientes nutrientes disponibles para las plantas.

Un correcto manejo de los fertilizantes aportará al productor mejores resultados. Pero para que esto suceda, no solo debe ser acompañado por factores agroclimáticos adecuados, sino también por decisiones políticas agropecuarias, que permitan realizar la inversión de fertilizar adecuadamente. Nos referimos, principalmente, a la disponibilidad de fertilizantes en el mercado.

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2022-09-24T07:00:00.0000000Z

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